No puede ser una coincidencia. Si escuchamos el nombre de Walter White, a todos se nos viene a la cabeza la historia del personaje de Bryan Cranston y su mutación en el célebre Heisenberg. No en vano, Breaking Bad es una de las mejores de la historia de la televisión. Lo que no podíamos imaginar es que existiese un tipo real llamado Walter White y que, como desvela un documental ofrecido por Vice.com, guardase tantísimas similitudes con el personaje.
«Mi nombre es Walter White y yo soy un cocinero de metanfetamina. Durante diez años he tenido la mejor metanfetamina en Alabama. Trabajaba todos los días y era un hombre de familia. Era un buen momento en mi vida. Fue hermoso. Cocinaba meta a tiempo parcial al principio pero luego la demanda subió tanto que estudié la idea de trabajar durante el día y hacer metanfetamina por la noche. El cielo era el límite”.
Con esas palabras se presentaba un tipo que no tenía cáncer y no preparaba un producto azul, pero que era un tipo de familia normal que, un día, comenzaría a ganar miles de dólares diarios cocinando meta de una forma similar a la del Walter de la serie. Ahora, el hombre real se enfrenta a una posible pena de cadena perpetua y confiesa ni plantearse el volver a las andadas. Y es que la vida del cocinero de metanfetamina es de lo más dura…