Ha sido un auténtico caos. Cada año, decenas de nuevos proyectos televisivos llegan a nuestros hogares con la firme intención de meterse en el bolsillo a incontables espectadores. Desgraciadamente, no todas lo consiguen. Algunas joyas son incapaces de conectar con el gran público y acaban desterradas. Sin embargo, otras se ganan a pulso el desdén de los seriefilos.
Historias de Alcafrán llegaba a TVE 1 con el sello de José Mota. Una comedia que prometía darnos grandes momentos, pero que se ha convertido en una decepción en toda regla. Una alcaldesa y sus dos hijas adolescentes, un exalcalde corrupto recién salido de la cárcel y su mujer, un joven profesor recién llegado para dar clase a los adultos de la localidad, una pareja de gays que regentan el bar del pueblo, un cura deportista al que todo el pueblo se confiesa.. hasta la vaca Margarita, cuidada (y ordeñada) por todos los residentes. Todos ellos eran el epicentro de una serie que poca gracia tenía y a la que los espectadores han ajusticiado.
Con poco más de un 6% de audiencia media, Historias de Alcafrán terminaba su andadura sin pinta alguna de regresar. Y es que la ficción nos dejaba sin argumento alguno para seguir apostando por su futuro. Un desastre en toda regla y una auténtica pena.