Era la oportunidad de su vida. A pesar de haberse colado en cintas tan emblemáticas como las de Fast & Furious, la carrera de Gal Gadot no atravesaba una situación demasiado buena tras su salida de la motorizada saga. De hecho, la genial actriz estaba incluso planteándose el abandono de la profesión. Poco podía imaginar que su vida estaba a punto de cambiar drásticamente con un papel legendario.
DC y Warner (Zack Snyder mediante) decidían apostar por Gal Gadot como la Wonder Woman de su ambicioso universo cinematográfico. El nombre de la intérprete no era demasiado conocido, por lo que el sueldo resultaba bastante irrisorio para una producción de tal calibre. 300.000 dólares era la cantidad que la actriz aceptaba para convertirse en Diana. Una apuesta que, tal y como acaba de quedar claro, le ha salido de perlas.
Medio mundo está esperando ya el estreno de Wonder Woman 1984, la segunda película en solitario del personaje y un filme que ha dejado ya 10 millones de dólares en la cuenta corriente de Gal Gadot. La evolución en pocos años es más que sustancial, pero a nadie le extraña a la vista del éxito que el personaje ha tenido. De hecho, no sería descabellado considerarla la salvadora del Universo Cinematográfico DC.