La cosa parece que nunca va a volver a la normalidad. La pandemia mundial del coronavirus parece lejos de controlarse. De hecho, cada día vivimos un nuevo récord de contagiados. A estas alturas todos esperábamos haber dejado atrás la terrible crisis, pero la cosa sigue pintando oscura.
Con las primeras semanas de pandemia, allá por el mes de marzo, todos los grandes estrenos retrasaban sus fechas de lanzamiento, incluyendo Sin tiempo para morir, la película número 25 de James Bond. El filme pasaba del 2 de abril a 12 de noviembre, lo que suponía unas pérdidas cercanas a los 40 millones de dólares por los gastos en publicidad ya realizados. A ello se sumaba un nuevo retraso hasta el 2 de abril de 2021. Problemas.
Los costes de intereses se acumulan para MGM, que no encuentra retorno de inversión con una película que está parada. De hecho, más de un millón de dólares pierde la compañía por cada mes adicional sin lanzar la película. Complicada situación.