Cuando tienes entre manos una mina de oro tan importante como la de Joker, lo normal es que quieras explotarla al máximo. En el momento en el que comenzó a desarrollarse la película de Joker, la intención de Warner Bros. no era otra que la de desarrollar una cinta al margen del Universo Cinematográfico DC y con un tono completamente diferente. Cine de autor de superhéroes, podríamos decir. Nada de sagas de varias películas ni cruces con otros personajes.
Sin embargo, la realidad provocaba que todas las partes se replanteasen sus intenciones. La película acumulaba premios por doquier, incluyendo dos Oscars (de los 11 a los que optaba). A ello se sumaba una taquilla descomunal y el aplauso unánime de crítica y público. Con tanto ingrediente sabroso, era cuestión de tiempo que la secuela se pusiese sobre la mesa.
Pese a que Warner no ha hecho oficial nada, lo cierto es que la idea es la de firmar nuevas entregas de Joker. De hecho, el sueño de la compañía es juntar al villano de Joaquin Phoenix con el oscurísimo Batman que Robert Pattinson nos ofrecerá muy pronto. El universo DC para adultos tomaría así cuerpo con dos protagonistas excepcionales.