Es uno de los mejores actores de la historia, aunque últimamente no haga honor a esa reputación. Anthony Hopkins es pura clase en pantalla. El veterano actor lleva décadas ofreciéndonos auténticas clases magistrales de interpretación. Desgraciadamente, cada vez se nos hace más complicado encontrarle en un gran papel. Como le ocurre a muchos grandes, su trayectoria se ha ido desdibujando hasta el punto de llevamos tiempo sin verle en un gran personaje. Algo que está a punto de cambiar.
Anthony (Anthony Hopkins), un hombre de 80 años mordaz, algo travieso y que tercamente ha decidido vivir solo, rechaza todos y cada uno de los cuidadores que su hija Anne (Olivia Colman) intenta contratar para que le ayuden en casa. Anne está desesperada porque ya no puede visitarle a diario y siente que la mente de su padre empieza a fallar y se desconecta cada vez más de la realidad. Dado el ir y venir de sus recuerdos ¿cuánto de su propia identidad podrá recordar con el paso del tiempo? Anne sufre la paulatina pérdida de su padre a medida su mente se deteriora, pero ¿no tiene ella derecho a vivir también su propia vida?
Ese es el argumento de El Padre, una película con aroma a Oscar. Brillante cinta que, sobre todo, acapara elogios para un Anthony Hopkins que se sale por todo lo alto. De hecho, ya se habla de uno de los mejores papeles de su carrera. Así, a punto de cumplir 83 años, el actor se ha convertido ya en el principal favorito para hacerse con la estatuilla. La segunda después de la lograda por El Silencio de los Corderos.