No podemos disimular la rabia que nos dan estas cosas. Uno de los mejores actores de la historia del cine lleva más de 15 años deambulando por las pantallas de cine. El Encargo, Heist, Plan en Las Vegas, La gran boda, Caza humana… Seguramente os estaréis preguntando de dónde demonios han salido esos títulos. Pues sólo son algunas muestras de los desastres de Robert De Niro en los últimos tiempos.
Con Joker y El Irlandés creíamos que estas cosas se terminaban. De hecho, pronto volverá a ponerse a las órdenes de Martin Scorsese en su nuevo filme, en el que compartirá cartel con Leonardo DiCaprio. Esos son los papeles en los que deberíamos estar viendo a Robert De Niro. Sin embargo, el veterano actor todavía sigue empeñado en mancillar su legado con películas como la reciente En guerra con mi abuelo, una auténtica chufa.
El joven Peter se ve obligado a abandonar su habitación cuando su abuelo Ed (Robert De Niro), recientemente enviudado, se muda a su casa. Con la ayuda de sus amigos, Peter declara la guerra a su abuelo para hacerle abandonar la habitación, pero Ed es un testarudo y no va a ponérselo nada fácil.
Así las cosas, toca taparse la nariz de nuevo y esperar la llegada de mejores días, porque seguimos sin asimilar que nuestro idolatrado Robert De Niro se embarque en proyectos tan sumamente pobres.