George Taylor es un astronauta que forma parte de la tripulación de una nave espacial -en una misión de larga duración- que se estrella en un planeta desconocido en el que, a primera vista, no hay vida inteligente. Sin embargo, muy pronto se dará cuenta de que está gobernado por una raza de simios mentalmente muy desarrollados que esclavizan a unos seres humanos que carecen de la facultad de hablar. Cuando su líder, el doctor Zaius, descubre horrorizado que Taylor posee el don de la palabra, decide que hay que eliminarlo.
No cabe duda de que la película protagonizada por Charlton Heston es una de las grandes aventuras que nos ha dado la historia del cine, pero lo que realmente marca la diferencia en El planeta de los simios es su última secuencia, tan apoteósica como sobrecogedora. Cuando la pesadilla vivida en el extraño planeta parece haber acabado para el astronauta George Tatlor (Heston), el hombre habrá de enfrentarse a la más cruel y angustiosa de las realidades. Inolvidable secuencia con Heston arrodillado en la arena de la playa mientras las olas bañan su desesperación.