El mercenario bocazas nunca para. Pese a que no parecía fácil estar a la altura de la primera entrega, la realidad es que Deadpool 2 (2018) conseguía, a base de desfachatez y una cara dura fuera de lo normal, superar a su antecesora. Y es que el filme era absolutamente brillante, lo que quedaba de manifiesto incluso en unas escenas post-créditos que elevaban el gamberrismo a niveles nunca vistos.
Como todos sabemos, nuestro querido Wade Wilson utilizaba el “reloj” de Cable para viajar por el tiempo y ajustar unos cuantos detalles, tanto de la vida de Deadpool como de la carrera de Ryan Reynolds. Sin embargo, la película iba a ofrecernos otra escena post-créditos que no terminó de gustar en los primeros pases de la película, por lo que fue eliminada.
La escena en cuestión nos mostraba a Deadpool viajando al pasado y encontrándose con Adolf Hitler cuando todavía era un bebé. Es entonces cuando el mercenario bocazas se acerca al pequeño con una almohada. Justo cuando está a punto de asfixiarlo, la escena en cuestión se corta. Demasiado heavy para el gran público. Ahora a saber lo que nos preparan ya en Deadpool 3.