Parecía que la cosa estaba cerrada, pero todo ha dado un giro radical. Hace unas semanas saltaba la noticia. Disney estaba interesada en hacerse con los servicios de Shia Labeouf. Su destino no sería otro que las nuevas tres películas de Star Wars que la compañía prepara con Taika Waititi al frente. Y es que, cerrado el arco argumental de los Skywalker, ahora toca centrarse en una nueva trilogía que podría llegar a nuestras vidas alrededor de 2024.
El papel de Shia Labeouf no iba a ser otro que el de Kyle Katarn, un mercenario de la Alianza Rebelde que aparecía por vez primera en el videojuego Star Wars: Dark Forces y que, desde entonces, se ha convertido en uno de los más emblemáticos del canon oficial. Al menos eso era lo que se pretendía hasta ahora.
La cantante FKA Twigs, ex-pareja del actor, presentaba una demanda por abusos sexuales, malos tratos e incluso por haberle transmitido una enfermedad sexual. Un comportamiento que habrá de ser juzgado, pero con el que Disney no quiere relacionarse de ninguna manera. Así, el actor queda definitivamente apartado de cualquier posibilidad de sumarse a Star Wars, como ya ocurriese con sus negociaciones con Marvel.