El bueno de Russell Crowe nunca nos falla. Puede que no siempre acierte con obras maestras, pero lo habitual es que se suba a proyectos de lo más interesantes. Efectivamente, el sensacional actor lleva décadas exhibiendo su descomunal talento por la gran pantalla. Cada vez que su nombre aparece en los títulos de crédito de una película, algo interesante ocurre. Y Salvaje es la última prueba de ello.
Vas conduciendo y algo tan habitual como pitarle a alguien puede desatar una auténtica tormenta de terror. Eso es lo que le pasa a protagonista del filme (Caren Pistorious). Y es que la mujer le ha pitado al hombre menos indicado. Un tipo al que da vida un Russell Crowe completamente desconocido en su particular Día de Furia.
No vamos a decir que Salvaje sea una obra maestra, pero en estos tiempos en los que los estrenos cinematográficos interesantes brillan por su ausencia, la película se convierte en un entretenimiento mas que digno. Los 90 minutos de este thriller pasan volando y sus aspiraciones no van mas allá de tratar que pasemos un buen rato, lo que consigue con creces. Salvaje mola y hay que decirlo.