No dijo nada. Simplemente se fue. Corría el año 2004 y una de las grandes leyendas de la historia del cine decidía poner punto y final a su carrera. Gene Hackman decidía que era el momento de parar. A sus 75 años, dejaba tras de sí dos Oscars (The French Connection y Sin Perdón), un puñado de Globos de Oro y una de las filmografías más imponentes de la industria. Con sus rasgos duros, voz imponente y metro noventa de estatura, lo suyo siempre fue dignificar el oficio de actor. Nadie puede decir que haya visto jamás un mal trabajo de Gene Hackman.
Ha pasado ya un tiempo. Pese a que muchos trataron de sacarle de su retiro, el viejo Eugene Allen Hackman nunca ha sido tipo de los de dar su brazo a torcer. Lo tenía claro cuando se fue. De hecho, su vida se ha mantenido alejada por completo de los focos durante un más que merecido retiro dedicado a su familia.
Ahora, con los 91 cumplidos, Gene Hackman sigue consiguiendo que nos quitemos el sombrero ante su presencia. Así luce hoy un actor de los que ya no se fabrican.