La historia del cine está plagada de discrepancias entre crítica y público. Estamos hartos de ver como la prensa especializada va por un lado, mientras que los espectadores toman sendas totalmente opuestas. Todo esto se traduce en que hay infinidad de obras aclamadas por la crítica y que luego se han comido leches monumentales en los cines. De igual modo, cintas masacradas por la prensa cinematográfica terminaban arrasando entre el público. Equilibrium es un buen ejemplo de estas últimas.
Corría el año 2002 cuando el genial Christian Bale se ponía al frente de una cinta de ciencia-ficción distópica. El actor se metía en la piel de un agente al servicio de un régimen totalitario que ha conseguido eliminar la guerra sirviéndose de la supresión de todo tipo de emociones. Música, arte, literatura y muchos tipos de sentimientos están prohibidos. Una especie de vuelta de tuerca gamberra a Farenheit 9/11, ya que nuestro protagonista, experto en artes marciales, empieza a preguntarse si se puede vivir así.
Es uno de esos filmes absorbentes y capaces de atarte frente a la pantalla durante los más de 100 minutos de su metraje. Equilibrium no solo tiene una curiosa premisa y una construcción argumental francamente interesante, sino que encima es capaz de jugar sus cartas con inusitada audacia. Y es que, por si no fuese suficiente con su gancho, tiene acción a raudales. De ahí que el público decidiese convertirla en un exitazo.
Efectivamente, los fans de la ciencia-ficción no tardaron en darse cuenta de que se trataba de una película de gran calibre. Así, los espectadores salvaban de las garras de la crítica un filme que hoy seguimos degustando con devoción.
Farenheit 9/11? el documental de Michael Moore sobre los atentados del 11-s…? No querría usted decir Farenheit 451?