Son dos de los grandes iconos del universo cinematográfico de Marvel. Desde que cruzasen sus camino en la primera entrega de Los Vengadores, Thor y Hulk siempre han tenido una química especial. Y es que, cuando el gigantón verde se pone tonto, los duelos que nos deja con el Dios del Trueno son crema. Si a eso le añadimos que Chris Hemsworth y Mark Ruffalo molan mucho, lo normal es que alguien pensase que los dos personajes debían compartir protagonismo en un filme cuanto antes.
Efectivamente, Thor: Ragnarok se convertía, hace cuatro años, en el escenario ideal para que ambos vengadores uniesen fuerzas. El buen hacer de los dos protagonistas tenía buena parte de la culpa del sensacional estreno del filme. Sin embargo, puede que algunos todavía recuerden que hubo un tiempo en el que la unión de ambos no molaba tanto…
En 1988, los protagonistas de la serie de Hulk se reunían en un telefilme para el que se apostó por un rival de altura. Un Thor cutrillo se batía el cobre con el inolvidable Hulk de Lou Ferrigno en un trabajo maluco, pero con encanto. Atentos.