Hay ausencias que no tienen explicación. Cierto es que no resulta sencillo, en estos tiempos en los que la producción televisiva está disparada, dar con el gusto de todos. Pero hay casos en los que cualquier reacción distinta al respeto absoluto es inexplicable y Podría Destruirte es el vivo ejemplo de ello.
Estamos temporada de premios para cine, pero también para televisión. Las grandes series del último año se baten en duelo por hacerse con los grandes galardones. Un camino en el que Podría Destruirte esta pasándose por alto constantemente, lo que resulta inaceptable.
Arabella Essiuedu (Michaela Coel) es una joven escritora fácilmente distraída, descomprometida y despreocupada que, tras escribir un exitoso texto que atrajo mucha atención en internet, se encuentra proclamada como la ‘voz de su generación’. Ahora cuenta con un agente, un contrato literario y una inmensa presión. Después de ser agredida sexualmente en un club nocturno, su vida cambia irreversiblemente y Arabella se ve obligada a reevaluar todo: su carrera, sus amigos, y hasta su familia. Mientras Arabella lucha por aceptar lo que sucedió, también comienza un viaje de autodescubrimiento.
La serie de la HBO es de lo mejor que hemos visto en los últimos tiempos. Tan cruda como audaz, la miniserie es de esas producciones que asestan el golpe directo a la boca del estómago. Un ejercicio que nos deja noqueados y en el que el trabajo de la enorme Michaela Coen supera lo humano y lo divino. Demasiadas virtudes como pasarla por alto.