Es difícil tirar de categóricos, pero también tentador. La historia del cine está plagada de películas memorables en todo tipo de géneros. Sin embargo, hay algunas que van un paso más allá. Obras cumbre como La vida de Brian.
Nadie puede discutir que en el Olimpo del humor, los Monty Python ocupan un lugar privilegiado. El grupo de cómicos británicos alcanzaba la cumbre de su carrera en la década de los setenta. Desde entonces no se puede entender el humor sin estos seis tipos que, más de cuarenta años después de firmar La vida de Brian(1979) siguen arrancando carcajadas como el primer día. Una hora y media riéndose sin descanso es la oferta nada despreciable que nos ofrece la cinta. Lo hace a base de un humor absurdo, pero también tenaz y refinado. La película se convierte en una sátira tan brillante como inteligente. El anacronismo y la exageración han convertido a cada uno de los hilarantes gags de los que consta la obra en clásicos que forman ya parte de nuestra cultura popular.
El pequeño Brian nace en un pesebre de Belén el mismo día en que lo hace Jesucristo. Desde ese preciso instante, Brian llevará una vida paralela y plagada de similitudes a la del auténtico Hijo de Dios. De este modo, el protagonista de la cinta disfrutará de las mieles de ser tomado por el Mesías en ocasiones, pero también habrá de sufrir los momentos complicados que ello implica debido a un cúmulo de desgraciados y tronchantes equívocos. El hecho de que la gente tome erróneamente a Brian como El Salvador del pueblo, hará que la muchedumbre siga y persiga sin tregua al joven, convirtiendo en doctrina cada cosa que dice o hace. De este modo, los pasajes bíblicos de la vida de Jesús en los que se verá inmerso el pobre Brian se sucederán de forma cómica con el telón de fondo de una Galilea sumida en el caos y la decadencia más absoluta.
Nos encontramos con la película que abandera a una generación de humoristas que será recordada eternamente. Junto a El sentido de la vida y Los caballeros de la mesa cuadrada, La vida de Brian forma parte del legado cinematográfico y televisiva de los tipos más maravillosamente graciosos que ha visto este planeta. Un minuto en compañía de los Monty Python convierte la noche más oscura en un radiante día. ¿La mejor comedia de la historia del cine? Probablemente. Donde esté un buen categórico…