Pocas cosas hay peores que una comedia que no haga gracia. Desgraciadamente, entre las peores cintas que hemos visto en las últimas décadas nos encontramos con varias de esas comedias fallidas. Y es que no ganamos para disgustos en este terreno. Si no, es suficiente con recordar el horror vivido en 2011 con Jack y su Gemela.
Jack (Adam Sandler) es un padre de familia que tiene que afrontar un arduo problema: la llegada por Navidad de su odiada hermana Jill. Por si fuera poco, lo que, en principio, iba a ser una visita de pocos días, se alarga más de lo previsto, lo que obliga a Jack y Jill a intentar limar asperezas.
Si un Adam Sandler ya se nos suele hacer bola, tenerlo por partida doble en los papeles de un hermano y una hermana supone una experiencia casi traumática. No hace gracia, da repelús y aburre solemnemente. Por si no fuese suficiente, la irrupción del otrora grandísimo actor, Al Pacino nos devuelve al mundo real con una gravísima crisis de fe. Ganadora de 10 premios Razzie, nunca unos galardones fueron tan merecidos.