No es de digestión fácil. La pasada semana se plantaba en la parrilla de Netflix Sky rojo. Alex Pina y Esther Martínez Lobato, responsables de La casa de papel, volvían a nacer de las suyas con una serie de lo más ambiciosa. Eso sí, apostando esta vez por una ficción de capítulos de 25 minutos y excesiva en todos sus aspectos. Y no es que Sky rojo sea un desastre, pero empalaga.
Coral, Wendy y Gina emprenden una huida en busca de su libertad mientras son perseguidas por Moisés y Christian, los secuaces de Romeo, el proxeneta y dueño del Club Las Novias. Juntas iniciarán una carrera desesperada en la se enfrentarán a todo tipo de peligros y cuyo único objetivo será seguir vivas cinco minutos más.
Tras el fracaso de White lines, es cierto que la ficción consigue al menos ofrecernos un ritmo interesante. Sin embargo, el sensacional nivel de La casa de papel queda lejos de alcanzarse de nuevo. Por suerte, el genial reparto comandado por Verónica Sánchez, Miguel Ángel Silvestre, Lali Espósito, Asier Etxeandia o Luis Zahera lo hace todo mucho más llevadero.