A veces se nos olvida lo asombroso que puede llegar a ser el mundo del documental. Muchas veces hemos escuchado eso de que la realidad supera la ficción, algo que cada día queda más de manifiesto. Encima hay gente como el gran Werner Herzog, capaz de encontrar las historias más sobrecogedoras, el resultado son obras maestras como Grizzly Man.
Entre 1990 y 2003, Timothy Treadwell, camarero, actor ocasional y ex-alcohólico, pasó catorce veranos conviviendo con los osos grizzly. Él mismo grabó con su cámara de vídeo sus estancias en Alaska y su obsesiva relación con los plantígrados (unas cien horas). Werner Herzog usó parte de este material. El último verano, uno de los osos atacó a Timothy y a su novia Annie.
Es difícil definir todo lo que hace sentir la película. El filme documental se clava directo en el estómago. Y es que cada minuto del metraje pone la piel de gallina. Para colmo, las habilidades de Werner Herzog como director nos llevan a un terreno capaz casi de herir nuestra sensibilidad. Grizzly Man es tan lírica como cruda. Una obra maestra del género disponible ahora en Amazon Prime vídeo.