Es increíble lo que ha ocurrido en las últimas semanas con Armie Hammer. Después de unos cuantos años tratando de hacerse un hueco entre los actores más importantes de la industria, Hammer parecía haberse convertido en la estrella que siempre prometió ser. Películas como La red social o El Llanero Solitario iban apuntando alto, pero sería su papel en Call Me by your name (2017) lo que lo pondría todo patas arriba. Una película este Elsa y un trabajo descomunal para encumbrar a un actor que ahora has visto como todo se derrumba.
Tendencias sadomasoquistas, abusos sexuales y hasta acusaciones de canibalismo. A lo largo de las últimas semanas, la figura de Armie Hammer se ha convertido casi en la del mismísimo Lucifer. Al parecer, tras esa apariencia amable y cortés, se escondían un tipo perturbado en muchos aspectos. Las demandas de exparejas contra él se multiplicaban a medida que iban saliendo la luz nuevos y sórdidos detalles sobre su forma de vida.
Poco a poco, los innumerables proyectos en los que estaba inmerso iban comunicando su despido. Así hasta dejar completamente vacía la agenda del actor. Y es que nadie quiere que se le relacione con Armie Hammer.
Muchas cuestiones habrán de ser dirimidas en tribunales y eso de la presunción de inocencia siempre conviene ser recordado. En cualquier caso, de lo que no cabe duda es de que la carrera cinematográfica de Armie Hammer está herida de muerte. Y es que la sociedad ya emitido su veredicto.