– El Rey León 2: El clásico de Disney que marcó a toda una generación tendría su secuela allá por 1998. Con un Simba ya reinando y con el protagonismo de su prole, todavía estamos buscando a la persona de Disney que tuvo la idea para darle su merecido. Cutre con ganas, los personajes estaban hasta mal dibujados. Ya no hay respeto por nada…
– Dirty Dancing 2: Casi dos décadas después de que Patrick Swayze diese otra de sus particulares clases de estilo, Guy Ferland decidió trasladar la acción a La Habana, llamar a Diego Luna y darle una irrelevante secuela al clásico de 1987. Tiene su gracia porque salía January Jones de jovencica y tal…
– Staying Alive: Ni más ni menos que Sylvester Stallone fue el “visionario” que decidió rodar la secuela de “Fiebre del sábado noche”. Al bueno de Sly le apetecía recuperar para la causa al golpe de caderas de Tony Manero. A pesar del empeño de John Travolta y del propio director, el resultado no hay por donde cogerlo.
– Tiburon, la venganza: ¡Abran paso! Aquí llega nuestra secuela desconocida favorita. Después de la legendaria primera entrega de “Tiburón”, las sucesivas secuelas irían perdiendo calidad progresivamente. De lo que no teníamos ni idea es de la existencia de una cuarta entrega… ¡En la que un tiburón blanco busca vengar a sus familiares fallecidos en las anteriores películas! por si no fuese suficiente con un tiburón vengativo, resulta que sale Michael Caine. Simplemente brillante.
(Parte I)