No es una figura fácil de entender. Pese a que su talento encuentra difícil comparación, lo cierto es que Edward Norton nunca ha conseguido mantener el nivel que se esperaba en su carrera. como todos sabemos de sobra, el carácter del actor y su tendencia a la anarquía han resultado elementos fundamentales al respecto. Y es que Edward Norton nunca ha entendido de autoridad.
Sea como fuere, lo que está claro es que hubo un momento en el que su carrera quedó profundamente herida. Lo realmente curios es que este instante llegaría con American History X, la que probablemente sea la mejor película de su carrera. Y es que American History X venía a confirmar que Edward Norton era muy grande, pero también muy conflictivo. Demasiado…
Cambios en el guión y en el montaje final le granjeaban la antipatía del director, comenzando a ganarse cierta fama de egocéntrico y narcisista. A Norton no le gustaba un final en el que volvía a reintegrarse entre neonazis. Ese era un detalle que no convencía al actor, como tampoco otros muchos. Edward Norton cambiaba todo entre descomunales broncas con el director Tom Kaye, dejando claro que no era uno de esos tipos a los que se les diese bien obedecer órdenes. El amor del público se disparaba al mismo tiempo que la industria sentenciaba un comportamiento inaceptable en Hollywood.