Vale que no es para caerse de culo, pero bien merece un cierto reconocimiento. Por alguna razón, hay veces que la prensa especializada machaca sin contemplación algunas películas. Una severidad en el juicio más que merecida en muchas ocasiones, pero que en otras se antoja excesiva. Algo que ocurre con Mine, una película bélica con la que, para ser sinceros, no se pasa nada mal.
El marine francotirador del ejército norteamericano Mike Stevens (Armie Hammer) se queda de repente solo y perdido en medio del desierto tras una misión contra el líder de una célula terrorista que sale mal. ¿Y qué pasa? Pues que pisa una mina que va a darle un auténtico martirio. Un ejercicio por tratar de sobrevivir que corta la respiración.
Vale que las artimañas de Mine no son las mejores. En algunos momentos del metraje, la sensación de que todo resulta demasiado excesivo es palpalble. Argucias narrativas algo burdas que, sin embargo, no evitan que la cinta funcione casi todo el rato. De hecho, una de las principales penalizaciones es una excesiva duración, cercana a las dos horas, y que se antoja innecesaria para lo que se cuenta.
Sea como fuere, Mine es un dignísimo entretenimiento que disfrutar vía Netflix.