Es uno de los mayores bajones de lo que va de año. Pese a que los planes era que aterrizase el pasado 2020, la pandemia mundial de coronavirus impedía que todos pudiésemos disfrutarla los cines. Entre las infinitas víctimas cinematográficas de la crisis sanitaria, La mujer en la ventana era una de las más ilustres. La adaptación del best-seller de A.J. Finn prometí a convertirse en un exitazo descomunal, pero las cosas se complicaron.
La Dra. Anna Fox, que sufre de agorafobia, pasa sus días encerrada en su casa de Nueva York, bebiendo vino mientras ve viejas películas y espía a sus vecinos. Un día, mientras mira por la ventana, ve algo que sucede enfrente de su casa, en el hogar de los Russell, una familia a la que todo el barrio toma por ejemplar…
El rescate llegaba de la mano de Netflix. La plataforma decidía apostar por La mujer en la ventana, una cinta que lanzaba días atrás. Amy Adams, Julianne Moore y Gary Oldman eran los espectaculares protagonistas de una película que prometía arrasar, pero que ha decepcionado a lo grande. Ahogada en sus propias pretensiones, la cinta se olvida de la historia. Un caos narrativo en el que todo se atropella hasta dejar la sensación de completo desastre.
Poco más allá de su sensacional reparto (Amy Adams siempre está sensacional) puede salvar de de La mujer en la ventana, la cinta que pretende emular a Hitchcock, pero que se queda en chiste.