No sería exagerado hablar de la mejor película dentro de las exitosas adaptaciones a imagen real de los clásicos de Disney. Hace un par de semanas llegaba a los cines de todo el mundo Cruella. La compañía del ratón nos ofrecía su cinta más arriesgada y audaz con la versión de carne y hueso de la inolvidable villana de 101 dálmatas. Un personaje elevado a los altares gracias al excelso trabajo de Emma Stone.
Cruella es brillante y, evidentemente, muy cara. Así, los 90 millones de dólares que lleva recaudados en sus dos primeras semanas en cartelera resultan bastante decepcionantes. Cierto es que influye el poder ver la película vía Disney+ por 21,99€ y que la factoría del ratón está encontrando gran rentabilidad en esa maniobra (ganan dinero, pero también aumentan sus suscriptores). Sin embargo, ese no es el único detalle determinante.
Cruella es una película con un perfil menos infantil que las adaptaciones a imagen real de los clásicos de Disney. Un movimiento arriesgado que podría haber espantado a muchas familias ante la propuesta más adulta. Sea como fuere, ojalá Disney se la jugase más frecuentemente con proyectos así de geniales.