Harrison Ford de nuevo al aparato. Dos años después de meterse en la piel de Jack Ryan por primera vez, el personaje de Tom Clancy volvía a escena. era el año 1994 y Phillip Noyce volvía a dirigir un filme que lo petaba: Peligro inminente.
Cuando el Almirante James Greer cae gravemente enfermo, Ryan es nombrado subdirector de la CIA. Su primera misión: investigar el asesinato de uno de los amigos personales del Presidente, un importante hombre de negocios vinculado al tráfico de drogas colombiano. Pero sin que Ryan lo sepa, la CIA ha enviado una fuerza paramilitar, dirigida por el temible Clark, contra el cártel colombiano. Atrapado entre dos fuegos, Ryan decide arriesgar su carrera y su vida por la única causa en la que aún cree: la verdad.
Si la primera entrega nos encantaba, la segunda no le iba a la zaga. Y es que los dos acercamientos a Jack Ryan de Harrison Ford son la pera. Casi dos horas y media que vuelven a pasar volando con este brutal thriller cargado de acción. ¡Qué maravilla!