Se le podrán cuestionar muchas cosas, pero nunca su infinita capacidad para hacer que lo pasemos en grande ante una pantalla. James Cameron es un auténtico fenómeno. El director lleva décadas ofreciéndonos filmes inolvidables. Desde Aliens a Avatar, pasando por las dos primeras entregas de Terminator o Titanic, el bueno de Cameron sabe buscar nuestros puntos débiles. Y es que su lista de obras gloriosas no acaba nunca.
Efectivamente, en inmerso en cintas de acción siempre ha lucido especialmente brillante. Cameron sabe controlar el tempo, ofrecernos personajes adecuados y filmar escenas sensacionales. Por eso, hoy no hemos podido resistirnos a recordar esa genial cinta lanzada en 1994 y que llevaba por título Mentiras Arriesgadas.
Harry Tasker (Arnold Schwarzenegger) lleva una doble vida: habla seis idiomas, domina todas las formas del contraespionaje y trabaja como agente internacional para Omega, una agencia gubernamental ultrasecreta encargada de acabar con el terrorismo nuclear. Por razones de seguridad nacional, le oculta su verdadera profesión a Helen, su mujer (Jamie Lee Curtis) y le hace creer que es un gris vendedor de ordenadores. Harry, que tiene recursos y valor para salvar a su país, teme no ser capaz de salvar su matrimonio. Pero, cuando Helen descubre la verdadera profesión de su marido, excitada por la novedad, decide ayudarle a acabar con un comando integrista que planea un sangriento atentado.
Efectivamente, el tándem Cameron-Schwarzenegger volvía a hacer de las suyas con una película en la que hay tanto tiempo para la comedia, como para filmar la que seguramente sea una de las mejores cintas de la historia del género. La friolera de 140 minutos que, sin embargo, no permiten ni un instante de aburrimiento. Maravilla de acción Mentiras arriesgadas.