La vida es una cuestión de expectativas. En cualquier sector, si no estás a la altura de lo que se espera de ti, tu posición está en riesgo. Algo que están descubriendo como nunca la series de Netflix.
A la vista de su descomunal catálogo y de las enormes inversiones que realiza, cualquiera pensaría que la plataforma de streaming es paciente con sus apuestas. Nada más lejos de la realidad. La paciencia quedó en otros días ya lejanos. Ahora, cuando en Netflix decide jugársela con una serie costosa y llamada a convertirse en fenómeno, todo resultado distinto a arrasar entre el gran público se considera un fracaso. ¿Y qué viene después de esto? Pues la cancelación.
A lo largo de las últimas semanas estamos asistiendo a una auténtica escabechina. Varias series nacidas con vocación de petarlo han visto como todo termina tras una primera temporada alejada de las mejores expectativas. Casos como los de Jupiter´s Legacy, Maldita o Los irregulares resultan especialmente llamativos. Todas ellas se plantaban en la parrilla de Netflix rodeadas de enorme expectación, pero con un resultado creativo bastante pobre. Así, tres producciones de gran calibre han terminado ya en el cementerio de elefantes de las series realmente ambiciosas que nunca llegaron a volar.
En cualquier caso, lo más preocupante a día de hoy es la sensación de qué ninguna serie está a salvo. Al primer patinazo, ajusticiada.