Es curioso eso del estatus de estrella. Hay veces que la industria del cine opera de una forma difícil de comprender. Mientras algunos acaparan portadas, miradas e incluso premios, otros pasan más desapercibidos. ¿Puede un actor ser una auténtica bestia de la interpretación, clavarlo en cada papel, derrochar carisma y, aún así, tener un nombre desconocido por el gran público? Pues que le pregunten a Domhnall Gleeson.
Lo de este tipo es una locura. Nos enamoró en la brillante Una cuestión de tiempo, arrancando una etapa plagada de filmes espectaculares. Brooklyn, El renacido, Invencible, Ex Machina, Star Wars… Parece que todo eso no ha sido suficiente para que el mundo reconozca que estamos, a sus 36 años, ante el mejor actor de su generación. Este tipo dignifica cada papel que cae en sus manos y eso merece un reconocimiento.
Que el público se aprenda el nombre de este chico de apellido ilustre (es hijo del enorme Brendan Gleeson) es el primer paso. Lo de los premios tendrá que venir después. Lo que sería imperdonable es que pasásemos por alto a este talentoso pelirrojo.
Actorazo! Es una lástima que no se tan conocido