4. Terminator: The Sarah Connor Chronicles: Lena Headey, nuestra queridísima Cersei de Juego de Tronos, se salía en una serie enorme. Después de destruir al T-1000, Sarah y John (Thomas Dekker) se convierten en proscritos y descubren nuevos enemigos que combatir tanto del presente como del futuro. Sarah, atormentada por visiones de la próxima guerra nuclear, deja de esconderse y pasa a la ofensiva para destruir la tecnología que trata de eliminarla a ella y al mundo. Su hijo John Connor, futuro líder de la resistencia y última esperanza de la humanidad en la apocalíptica guerra contra las máquinas, aún no está listo para asumir esa responsabilidad. El agente del FBI James Ellison (Richard T. Jones) acaba viéndose involucrado en este caso. Dos temporadas duró, pero pedía mucho más.
5. The OA: Una de las rarezas más brillantes de los últimos años. Esa fuerza de la naturaleza llamada Brit Marling era la responsable de esta puñetera maravilla que Netflix cancelaba tras dos temporadas, provocando que millones de fans montasen en cólera. La historia comienza cuando Prairie Johnson (Brit Marling), una chica ciega desaparecida siete años atrás, reaparece en su ciudad habiendo recuperado la vista. Un milagro para unos, un bicho raro para otros, el caso es que Prairie, que se hace llamar OA, decide no contar dónde estuvo estos 7 años a sus padres o al FBI, sino a 5 personas del pueblo, unos pocos elegidos que entenderán de dónde viene: de más allá de lo desconocido, del umbral de un mundo nunca visto…
6. Mozart in the Jungle: Demasiado audaz para ser verdad… Cuatro temporadas disfrutamos de esta extraña comedia. “Mozart in the Jungle” sigue las andanzas de Hailey Rutledge (Lola Kirke), una joven y prometedora oboísta que entra a formar parte de la orquesta sinfónica de Nueva York bajo la batuta de su excéntrico y carismático nuevo director, Rodrigo, personaje interpretado por Gael García Bernal e inspirado en la figura del emblemático director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel. Gloriosa.
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