Allá por el año 2018, se convirtió en la apuesta más ambiciosa de la historia de la compañía. En su afán por crecer cada día más, Netflix decidía poner 90 millones de dólares en las manos de David Ayer para rodar Bright. Con un reparto liderado por Will Smith y Joel Edgerton, la cinta se presentaba como una clara apuesta por hacerse con el favor de crítica y público, pero el estreno no resultaba como cabía esperar. La crítica machacaba al filme, lo que provocaba ciertos temores en el seno de Netflix. Afortunadamente, la audiencia venía a rescatar a Bright.
El filme se convertía en el mayor éxito de visionados de la historia de la plataforma durante la primera semana. Así, no es de extrañar que Netflix no tardase en confirmar que habría una segunda entrega de Bright, con sus dos protagonistas. Eso sí, el proyecto no ha hecho más que demorarse desde entonces.
Pese a que el regreso de Ward y Jakoby era un hecho, parecía que las cosas no terminaban de fluir. Ahora, Netflix ha decidido prescindir de David Ayer al frente de Bright 2, apostando por Louise Leterrier (Ahora me ves…, Transporter). La cosa coge velocidad.