¿Os suena la calle Desengaño número 21? Tres plantas, dos pisos por planta, una portería y un local contiguo albergan a los variopintos vecinos: el presidente de la comunidad, su ambiciosa mujer, las vecinas cotillas, los vecinos gays, el sufrido portero, etc.
Efectivamente, Aquí no hay quien viva es patrimonio de nuestra televisión. Cinco temporadas y 90 episodios memorables para una sitcom descomunalmente divertida y que alcanzaba audiencias arrolladoras cercanas a los siete millones de espectadores. Una serie que se despedía allá por el año 2006, pero que sigue mostrando un tirón más que sorprendente.
Tras años mostrando un músculo asombroso en canales como Neox, la serie daba su salto a Netflix. Su aterrizaje en la parrilla de la plataforma de streaming prometía alegrías para los más seriéfilos, pero poco podríamos imaginar que iba a llegar a arrasar de tal forma. Y es que desde su llegada a Netflix la serie no abandona los primeros puestos de lo más visto en España. Aquí no hay quien viva ha envejecido a las mil maravillas y esta es la enésima prueba de ello.