Matilda Wormwood es una niña muy curiosa e inteligente, todo lo contrario que sus chabacanos padres, que suelen ignorarla y despreciarla. Tras descubrir que posee poderes telequinésicos, llega a la conclusión de que podría usarlos para hacer el bien, ayudando a los que están en dificultades, pero también para castigar a las personas crueles y perversas.
Las generaciones de finales de los 80 y los 90 saben muy bien de lo que hablamos. Corría el año 1996 cuando el mundo del cine daba la bienvenida a una de las cintas infantiles más emblemáticas de la década. Adaptando el famoso cuento de Roald Dahl, el genial Danny DeVito nos ofrecía una película inolvidable en la que él mismo se reservaba un importante papel, pero que tenía como protagonista absoluta a la jovencísima Mara Wilson. Sin lugar a dudas, la niña elegida para el papel era una de los más prometedores valores de la industria. No en vano, la pequeña venía de protagonizar películas del calibre de Señora Doubtfire o Milagro en la ciudad. Con Matilda, su popularidad se disparaba. Lo que nadie imaginaba era que allí terminaría su carrera.
Veinte años han pasado desde el estreno de Matilda, pero la vida de Mara Wilson ha seguido un camino bien distinto al previsto. A sus 33 años, poco o nada se ha sabía del destino de esta joven. Sin embargo, hace unos meses el rostro de Wilson volvía a reclamar atención. En un vídeo, la que una vez fuera niña prodigio del cine relataba lo terrible de esos años de fama y como ha enfrentado la ansiedad, su trastorno objetivo compulsivo y las depresiones que padece desde los días de Matilda.
Hace un tiempo, Mara Wilson publicaba un libro titulado “Whete Am I Now: True Stories of Girl Accidental Fame”, en el que explica detenidamente lo difícil que puede ser la fama para una niña de ocho años.