Se acabó lo que se daba. Quienes esperasen una remontada a medida que el fuelle de Spider-Man se fuese acabando, ya no tienen clavo ardiendo al que agarrarse. Matrix resurrections, una de las películas más esperadas de los últimos años ha resultado un desastre económico de proporciones épicas. Sin entrar ya en su pobre resultado creativo, la realidad es que el batacazo que se ha llevado la cinta de Lana Wachowski en los cines de todo el planeta es de los que se recordarán durante mucho tiempo.
Con su vida comercial ya finiquitada, Matrix resurrections supera levemente los 140 millones de dólares acumulados alrededor de todo el mundo. Un botín realmente pobre para una película en la que se invertían más de 250 millones de dólares entre producción, distribución y publicidad. Terrible.
¿De cuántas pérdidas estamos hablando entonces? Pues si tenemos en cuenta que las salas de cine se quedan alrededor del 40% del precio de las entradas (56 millones), estaríamos hablando de un retorno para Warner de 84 millones. Eso, comparado con los 250 millones invertidos en total, arrojaría un saldo negativo de 164 millones. Eso sí, la explotación el plataformas caseras o merchandising irá atenuando poco a poco el desastre, lo que no impedirá que Matrix resurrections sea ya uno de los mayores batacazos en taquilla de la historia del cine.