Su paso por el universo cinematográfico de DC no ha sido nada fácil. Desde el preciso instante en el que se anunció que Ben Affleck sería Batman, millones de fans empezaban una campaña de acoso y derribo contra un tipo tan capaz de generar simpatías como antipatías. Y es que su tiempo como Bruce Wayne resultó de lo más convulso. Poco podíamos imaginar que tiempo antes estuvo cerca de dar vida a otro de los grandes iconos de las viñetas de DC.
El bueno de Kevin Smith ha sido el encargado de confesar que el proyecto estuvo vivo años atrás. En declaraciones a Variety, el bueno de Smith afirmaba haber escrito la película de Superman a finales de los 90 que debía reinventar al personaje, dándole una visión más oscura y adulta al estilo de lo que posteriormente haría Zack Snyder en El Hombre de Acero.
Ben Affleck era su elección. Tal y como el propio Kevin Smith dejaba claro, en aquellos días en los que acababan de contratarle para Armageddon lucía como un auténtico “muñeco de acción gigante. Era como si hubiese nacido para ser un superhéroe”. Desgraciadamente, la cosa no llego a buen puerto en unos días en los que el cine de superhéroes no gozaba de buena salud. Al menos Kevin Smith se sacó la espinita de trabajar con Ben Affleck en la sensacional Dogma.