Seguimos acercándonos a las grandes debilidades cinematográficas de las grandes estrellas de Hollywood. Efectivamente, todos tenemos esa película capaz de hacernos llorar una y otra vez. Da igual que sepamos lo que ocurre, porque siempre terminamos al borde de la deshidratación más absoluta.
W Magazine ha tenido la habilidad de sonsacarle a Natalie Portman el título de esa cinta que siempre logra noquearla. ¿Y cuál es? Pues un auténtico clasicazo en toda lista de películas más lacrimógenas de la historia: Mi chica.
Veda es una niña obsesionada con la muerte: su madre ha muerto y su padre dirige una funeraria. Como está enamorada de su profesor de inglés, se apunta en verano a unos cursos de poesía sólo para impresionarle. Thomas J., su mejor amigo, es alérgico a las abejas. El padre de Veda contrata a Shelly, una experta maquilladora, y pronto se enamora de ella, pero la niña intentará torpedear la relación. Ese final con Macaulay Culkin es capaz de hacer llorar al más pintado.