Stanley Kubrick siempre merece un respeto superior al de cualquiera. Este tipo ha sido un auténtico maestro de un cine que le debe demasiado. El enorme director se pasó décadas dando lecciones de cómo se hace una película y de lo que es tener estilo, pero el aterrizaje en las pantallas de El Resplandor no sería excesivamente respetado por la crítica…
Pese a considerarse hoy un trabajo vital dentro de la obra del director y en la propia historia del cine, lo cierto es que no hubo demasiada piedad por parte de la prensa especializada tras el estreno del filme. La adaptación de la obra de Sptephen King, su director, su estética u sus actores se llevaban palos por todas partes.
“Mientras más loco se vuelve, mas idiota parece”, se decía de un Jack Nicholson que, por fortuna, salía mejor parado que su esposa en la ficción. “Shelley Duvall transforma la cálida y simpática esposa del libro en una histérica siempre sonriente y semi-retardada”, decía la revista Variety de la protagonista femenina del filme.
¿Os pensabais que Stanley Kubrick se había librado? Pues no. Pese a que cada plano de “El Resplandor” merece ser estudiado por la riqueza de cada uno de sus elementos, el crítico de Chicago Reader, Dave Kehr, no pensó lo mismo: “Su imaginario, con su obsesión por la simetría y el brillo, es demasiado banal para mantener el interés”.