Nunca se sabe lo que puede pasar en Hollywood, pero este proyecto de estrella no tenía muy buena pinta. Hay veces que a la industria le da por encumbrar a algún actor sin que haya hecho demasiados méritos para ello. No es extraño encontrarnos con jóvenes interpretes de buena apariencia que terminan colándose en esto del cine a lo grande. Si no, que le pregunten a Taylor Lautner.
El Jacob de la saga Crepúsculo era una de las grandes apuestas de los últimos años. Al igual que sus compañeros de reparto, el actor se enfrentaba a un futuro prometedor. Sin embargo, un detalle fundamental era el que le diferenciaba de Kristen Stewart y Robert Pattinson: El talento. Al joven Lautner se le veían las costuras por todas partes. Su capacidad interpretativa era demasiado limitada, por lo que mucha suerte necesitaba para continuar en la brecha. Así, Sin Salida, Tracers y The Ridiculous 6 se convertían en sus grandes oportunidades. Películas, en el mejor de los casos, malas.
Efectivamente, Taylor Lautner ha desaparecido completamente del panorama. Una cinta irrelevante como Run the Tide se convertía en el único trabajo en los últimos tres años de un actor al que Hollywood ya le ha cogido la matrícula.