Forma ya parte de la historia televisiva. Muy pocos se atreverán a discutir que el trabajo de Andrew Lincoln como el Rick Grames de The Walking Dead es muy grande. La evolución de personaje, en consonancia con la de la serie, han hecho Rick una auténtica leyenda televisiva. Este tipo mola mucho…
Después de un buen puñado de temporadas sobreviviendo al apocalipsis zombie, lo cierto es que nos cuesta imaginar a Rick con un rostro diferente al de Andrew Lincoln. Ya son muchos sofocones juntos y eso, quieras que no, une. Pero el protagonista de la ficción zombie de la AMC estuvo muy, muy cerca de ser otro actor bien distinto.
La culpa de todo la tuvo Frank Darabont. El director de los primeros episodios y creador de la serie tenía bien claro el rostro adecuado para dar vida al protagonista de los cómics de Robert Kirkman. Thomas Jane era su elegiddo. El protagonista de “The Punisher” o “Deep Blue Sea” ya había trabajado a las órdenes de Darabont en la sensacional “La Niebla”, por lo que el acuerdo estaba más que cerca. Finalmente, el hecho de que Thomas Jane estuviese ya comprometido con la HBO para “Hung” acabaría por frustrar los planes de un director que apostaría entonces por Andrew Lincoln.