Es un tipo capaz de cerrarle la boca muchos cada vez que se pone serio. Cierto es que Mark Wahlberg siempre ha llevado una carrera bastante irregular. El actor no es un ejemplo de buena mano a la hora de elegir proyectos, pero de vez en cuando saca a relucir todo su talento con películas magníficas.
Nominado al Oscar por su papel en la maravilla de Martin Scorsese Infiltrados, el bueno de Mark Wahlberg estaba decidido a llenar sus estanterías de premios gracias a un personaje al que se había entregado en cuerpo y alma. Su papel de ex boxeador en Father Stu es de esos que encantan a la Academia, ya que el actor engordaba la friolera de 20 kilos para el papel. Sin embargo, la cosa no ha salido como él esperaba.
Father Stu retrasaba su estreno varias veces, hasta quedarse en un estreno el pasado fin de semana en USA. Una fecha poco habitual para películas que aspiran al Oscar. Y es que el filme no ha funcionado demasiado bien. Con un 56% de valoraciones negativas en Rotten Tomatoes, lo cierto es que las aspiraciones de Mark Wahlberg parecen haber muerto definitivamente. Puede que llegue su momento, pero no será con Father Stu.