Vaya por delante que estamos ante una película que funciona a las mil maravillas y que está consiguiendo una magnífica recaudación. Marvel volvía a reventar las taquillas gracias a Dr. Strange en el multiverso de la locura. A lo largo de los últimos años, el personaje de Benedict Cumberbatch pues sería meterse en el bolsillo a todos los fans de la Casa de las Ideas. Sin embargo, no todo son luces alrededor de la producción.
De alguna forma, con ese juego al multiverso, la segunda película en solitario de Dr. Strange no es demasiado asequible para el gran público. Más arriesgada y de digestión más pesada, en algún momento puede incluso llegar a resultar farragosa. Así, a pesar del genial trabajo de Sam Raimi y de que la película entro arrasando en las taquillas de todo el mundo, lo cierto es que asistimos en su segundo fin de semana a una de las mayores caídas de la historia del cine de superhéroes. Y es que un 67 % menos es una cifra demasiado alta.
Así, pese a que los primeros días en cartelera de la película invitaban a pensar que incluso podría rondar los 1400 millones de dólares finales en la taquilla mundial, ahora no parece que vaya a ir mucho más allá de los 1000. No es fácil para todos conectar con el multiverso de la locura.