No hay ya forma de que pueda salvarse. Llevábamos varios meses esperando ansiosos el estreno de Ojos de fuego, pero a medida que se acercaba el momento de su lanzamiento, las cosas empezaban a ponerse feas. La prensa especializada no tú tapa en masacrar la propuesta cinematográfica. Con un 89% de valoraciones de nativas en Rotten Tomatoes, la desesperanza empezaba a hacer mella entre los fans de Stephen King. Algo que venía a confirmarse con su estreno en salas.
Ojos de fuego es terriblemente decepcionante. Una película con poco nada que aportar y el público no ha tardado en darse cuenta. Teniendo en cuenta que no era un proyecto demasiado caro, su potencial rentabilidad era enorme. 12 millones de dólares invertidos en producción y otros 8 en publicidad y distribución provocaban que sus responsables se las prometiesen muy felices. Sin embargo, a día de hoy el drama está servido.
La película termina su andadura en taquilla con una recaudación cercana a los 14 millones de dólares en todo el planeta. Un negocio francamente ruinoso. Ojos de fuego ha patinado como nadie podía ni imaginarlo.