Lleva una racha cargada de acción. El bueno de Ben Affleck es un director sensacional, pero nunca desatiende su trabajo de intérprete. Cierto es que detrás de las cámaras disfruta especialmente y lo peta, lo que le ha permitido empezar a elegir papeles delante de las cámaras que le sirvan para divertirse a lo bestia. Sus trabajos como Batman y cintas del perfil de El Contable o Triple frontera molan, pero no son demasiado fáciles de rodar. Así, Affleck necesita de la inestimable colaboración de su doble de acción.
Hasta en cinco películas distintas nos hemos encontrado con que, en las escenas más complicadas, Rich Cetrone era el que se ponía en el lugar de Ben Affleck. Y es que el resultado no sería lo mismo sin la intervención de un tipo que ya es habitual de todas las cintas por las que se deja caer el genial actor.