A mí nos quedaban inevitablemente unidos para siempre. En el año 1978, una película se plantaba en nuestras vidas para convertirse, automáticamente, en leyenda. Sandy (Olivia Newton-John) y Danny (John Travolta) han pasado un romántico y maravilloso verano juntos, pero, cuando las vacaciones se acaban, sus caminos se separan. Inesperadamente, vuelven a verse en el instituto Rydell, pero la actitud de Danny ya no es la misma: ya no es el chico encantador y atento que encandiló a Sandy; ahora es engreído e insensible. Hablamos, como no podía ser de otra forma, de Grease.
Ayer mismo, todos nos llevábamos un enorme palo al conocer la muerte de nuestra adorada Olivia Newton-John. Sandy nos dejaba a los 73 años de edad y, cómo no, Danny se apresuraba a mandarle un emotivo mensaje de despedida. Y es que John Travolta se quedaba sin su mitad de Grease.
“Querida Olivia, hiciste que nuestras vidas fuesen mucho mejores. Tu impacto fue asombroso. Te quiero mucho. Nos veremos más allá en la carretera y estaremos juntos otra vez. Tuyo, desde el primer momento que te vi y para siempre. Tu Danny, tu John!”. Imposible no emocionarse con las palabras de John Travolta.