Más madera para nuestra visita a las maravillas olvidadas de la década de los 80. De hecho, aquí estamos ante una de las cintas que dieron el pistoletazo de salida a lo que serían unos años gloriosos. Y es que el paseo por aquellos días comenzaba al silbido del ese salvaje tren del terror en el que hoy nos montamos.
En plena celebración de fin de año, la broma de un grupo de estudiantes de medicina acaba en un trágico accidente. Tres años después, vuelven a reunirse en un tren nocturno para la última gran fiesta antes de su graduación. Lo que empieza como el viaje más divertido de sus vidas no tarda en convertirse en una trágica pesadilla cuando un asesino en serie se cuela en el tren del terror.
Una de las grandes damas del terror como es Jamie Lee Curtis volvía al Slasher con una película que tenía una estética un poco cutre, pero que hacía virtud de ello. Y es que hoy resulta imposible no verle el encanto a El tren del terror, un viaje por el cine adolescente en el que corrían ríos de sangre. Placer culpable.