Collateral (2004): Muchos recordarán la película de Michael Mann como una de esas cintas con las que se entretuvieron un rato. Esto no es reprochable, pero si entristece el que no se diesen cuenta de que tenían ante sí una joya del cine. El paseo nocturno que nos brinda el director de “Heat” debería proyectarse en las escuelas de cine como muestra de cómo se construye un thriller. Cada paso que propone el director en compañía de Tom Cruise y Jamie Foxx te va atrapando sin remedio.
El Amanecer del Planeta de los Simios (2014): Todavía hay quien se pone delante de la película de Matt Reeves y no se da cuenta de que se trata de una auténtica masterpiece. Resulta curioso que, tomando como punto de partida una cinta tan mítica como “El Planeta de los Simios”, se haya logrado un filme con semejante capacidad para conmover y entretener. eso sin tener en cuenta que la idea de construir un western con simios resulta brillante.
Sunshine (2007): En unos tiempos en los que la ciencia ficción está a la orden del día, el director de “Slumdog Millionaire” se sacaba de la manga una película que pasaba por las pantallas sin pena ni gloria, pero que debería ser imprescindible para los amantes del género. Danny Boyle. Con un buen puñado de personajes impecables y una propuesta visual insuperable, la película logra tejer una red casi perfecta a la que solo le sobran los últimos minutos. Probablemente, el mejor paseo espacial espacial hasta los de Sandra Bullock en “Gravity”.
Munich (2005): Cuando has filmado obras del calibre de “Tiburón”, “La Lista de Schindler”, “E.T.”, “Salvar al Soldado Ryan”, “Jurassic Park” la saga “Indiana Jones”, resulta complicado satisfacer al gran público. No existe otra explicación al hecho de que “Munich” no se llevase un carro de Oscars. El temible retrato de una obsesión y de un conflicto sin fin que, lejos del esperado proselitismo, se acomoda en el incomodo punto de quien sabe que las cosas no son blancas ni negras, sino todo lo contrario.