Estaba llamado a marcar décadas de cine. Cuando Macaulay Culkin entró en nuestras vidas, el magnetismo y el talento de aquel joven rubito nos encandilaba al instante. Solo en Casa, Mi chica, El buen hijo… Aquello era un impresionante proyecto de actor. Sin embargo, pronto se truncaría su carrera. Excesos de todo tipo, una infancia perdida y una nula capacidad para gestionar la popularidad terminaban acabando con la prometedora carrera del chico. Una auténtica lástima.
Por suerte, el talento de la familia Culkin no iba a parar en exclusiva a Macaulay. De hecho, hace ya años que venimos disfrutando del buen hacer ante las cámaras de su hermano pequeño Kieran. Puede que no os hayáis dado cuenta de que este tipo al que estamos hartos de ver comparte padres con el protagonista de solo en casa, pero así es.
Son dos décadas demostrando que talento le sobra. A sus casi 39 años, Kieran Culkin ha conseguido labrarse una carrera espectacular. A finales de los 90 empezaba a despuntar gracias a papeles en cintas tan inolvidables como Música del Corazón o Las normas de la casa de la sidra. De hecho, La gran caída de Igby sería su primer papel protagonista allá por 2002, marcando también un parón de casi una década.
Allá por 2012 Kieran Culkin volvía a nuestras vidas en otra gran producción: Scott Pilgrim contra el mundo. Llegarían después Margaret y una segunda temporada de Fargo en la que se adueñaba del arranque de la serie. Ahora, gracias a esa maravilla de la HBO titulada La sucesión, Kieran Culkin ha conseguido una popularidad merecida. Su trabajo le valía incluso la nominación al Globo de Oro. Y es que ya podemos decir que quieran es el Culkin famoso. Se lo ha ganado.