Por mucho que otros lo intenten, nunca habrá un fenómeno cinematográfico (y televisivo) con la base fan de Star Wars. Desde que George Lucas nos llevase por primera vez al viaje intergaláctico de Jedis y espadas láser con Star Wars: Una nueva esperanza allá por 1977, las legiones de seguidores de la guerra de las galaxias no han hecho más que crecer. Solo así se puede explicar lo ocurrido en la subasta de Rock Island Auction Company.
Elemento en cuestión estaba centrada en armas cinematográficas. Se subasta van varias piezas realmente interesantes vistas en pantalla. Y la joya no era otra que el DL-44 Blaster lucido por Han Solo en la primera entrega de la saga intergaláctica. Se estimaba que, en el mejor de los casos, el arma de Harrison Ford pudiese alcanzar el medio millón de dólares. Sin embargo, las mejores expectativas se quebraban con una cifra de infarto.
La friolera de 1 millón de dólares era lo que se pagaba por la icónica pieza. Una auténtica barbaridad que solo podía ocurrir teniendo delante el Blaster del mismísimo Han Solo. Tela.