Podemos discutir si la serie es mejor o peor. Eso sí, de lo que no hay duda es de que entra en vídeo sean rascado el bolsillo a lo grande. Hace unas semanas aterrizaba en la parrilla de la plataforma de streaming la pregonada El Señor de los Anillos: Los Anillos de poder. El salto televisivo a la Tierra Media había generado enorme expectación. No es para menos, hay que recrear el universo de Tolkien y darle con el gusto a los fans parecía no era tarea sencilla.
Puede que argumentalmente no nos haya seducido, pero no se puede negar el espectáculo visual es de proporciones épicas. Nunca la televisión había alcanzado un nivel estético tan parecido al cine. Para ello, en Prime Video tuvieron que dejarse primero 250 millones para hacerse con los derechos de la obra literaria. A ello hay que sumarle la friolera de 450 millones más para la producción de los capítulos de la primera temporada. ¿En total? Pues 700 millones se han dejado en la compañía.
De esta forma, El Señor de los Anillos: Los Anillos de poder se convierte, de largo, en la ficción televisiva más cara de la historia. Esperemos que empiecen a cuidar un poco la narrativa para que la satisfacción sea máxima.