David Cronenberg es uno de esos tipos que nunca dejan a nadie indiferente. Es sensacional director volvía a ponerse tras las cámaras este este mismo año una película arriesgada marca de la casa. Y es que Crímenes del futuro es de todo menos usual. Una mezcla a partes iguales entre ciencia-ficción y terror de lo más curiosa. Al menos, esa ha sido la valoración generalizada de la prensa especializada.
Efectivamente, la crítica le daba su beneplácito a Crímenes del futuro, pero ni de lejos ha ocurrido lo mismo con el gran público. Es suficiente con irnos a Rotten Tomatoes para dar con el asombroso contraste: Un 80% de la crítica se ha pronunciado positivamente sobre la película, mientras el tanto por ciento en el caso de los espectadores cae hasta un pobre 47%. Revelador.
¿De qué va Crímenes del futuro? Cuando la especie humana se adapta a un entorno artificial, el cuerpo humano es objeto de nuevas transformaciones y mutaciones. Con la ayuda de su compañera Caprice (Léa Seydoux), Saul Tenser (Viggo Mortensen), célebre artista performativo, escenifica la metamorfosis de sus órganos en espectáculos de vanguardia. Timlin (Kristen Stewart), una investigadora de la Oficina del Registro Nacional de Órganos, sigue de cerca sus prácticas. Es entonces cuando un grupo misterioso aparece: desean aprovechar la fama de Saul para revelar al mundo la próxima etapa de la evolución humana…